Nos ponemos en presencia del Señor.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos libranos señor, Dios nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

REFLEXION.

Guía: Hermanos, estamos ante una de las realidades más duras de la existencia humana. Un ser querido ha terminado ya la etapa terrenal de su existencia y se ha separado de nosotros para comenzar a vivir la vida eterna.
A nosotros, sin embargo, este paso de nuestro(a) hermano(a), nos llena de dolor, porque los vínculos sensibles del afecto que nos unían a él (ella), han quedado rotos. Pero solamente los vínculos visibles desaparecieron, pues, los sobrenaturales, más íntimos, se han estrechado más en Jesucristo. Para Dios no hay muertos, sólo vivos. En el Dios de vivos, sólo se ha cumplido su derecho de que todo hombre y mujer tiene que dar ese paso.
Este es el verdadero sentido de la muerte cristiana; que vivamos como peregrinos en la tierra esperando dar el paso que habrá de introducimos en la vida eterna. Para nosotros, la muerte no es el final de todo, sino la posesión de todo: no es tiniebla, sino luz resplandeciente, que se origina en el solo de la resurrección de Cristo.

Guía: Pidamos por nuestro(a) hermano(a) a Jesucristo nuestro Señor, el cual dijo: «Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque muera, vivirá: y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás»

Guía: Tú que lloraste por la muerte de Lázaro, enjuaga nuestras lágrimas.
Todos: Escúchanos, Señor.

Guía: Tú que llamaste a los muertos a la vida, dale a este(a) hermano(a) nuestro(a) la vida eterna.
Todos: Escúchanos. Señor.

Guía: Tú que prometiste el paraíso al ladrón arrepentido, introduce en el cielo a este(a) hermano(a) nuestro(a).
Todos: Escúchanos, Señor.

Guía: Tú que purificaste a nuestro(a) hermano(a) con el agua del bautismo y lo(a) señalaste con la Unción sagrada, cuéntalo(a) entre tus santos y elegidos.
Todos: Escúchanos, Señor.

Guía: Tú que alimentaste a nuestro(a) hermano(a) con el sagrado banquete de tu Cuerpo y de tu Sangre, admítelo(a) en la mesa de tu reino.
Todos: Escúchanos, Señor.

Guía: Y a nosotros, Señor, que estamos afligidos por la muerte de nuestro(a) hermano(a), anímanos con el consuelo de la fe y la esperanza de la vida eterna.
Todos: Escúchanos, Señor.

Oración:
Guía: Señor, ten misericordia de tu hijo(a) (—Nombre—) que no reciba el castigo de sus acciones, pues quiso hacer tu voluntad cuando vivía. Así como en la vida una fe sincera la unión a la comunidad de los fieles, así ahora tu misericordia lo(a) una con los coros angélicos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Amén

Guía: Dale Señor el descanso eterno.
Todos: Y brille para él (ella) la luz perpetua.

Guía: Descanse en Paz.
Todos: Así sea.

CREDO DE NICENA

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

ACTO DE CONTRICCIÓN

Señor mio Jesucristo,
Dios y hombre verdadero,
me pesa de todo corazón de haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el cielo,
pero sobre todo porque te ofendí a ti,
que eres bondad infinita,
a quien amo sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con tu gracia,
enmendar y evitar las ocasiones próximas de pecado,
confesarme y cumplir la penitencia.
Confío en que me perdonarás,
por tu infinita misericordia. Amén.

 -Abre señor mis labios

y mi boca proclamará tus alabanzas

Misterios Gloriosos (Miercoles y Domingo)

La Resurrección del Señor (Mt 28, 5-6)

“El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: No temáis, sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. Y ahora id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos”

Un Padre Nuestro y 10 Ave María.

Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Guía: «María madre de gracia y misericordía

Todos: En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora»

Guía: Señor, si por tu preciosa sangre lo has redimido.

Todos: Que lo(a) perdones te pido por tu Pasión dolorosa.

Guía: Dale, Señor, el descanso eterno.

Todos: Luzca para él(ella) la luz perpetua.

Guía: Descanse en Paz

Todos: Así sea.

La Ascensión (Lc 24, 50-51; Mc 16, 20)

Jesús “los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y sucedió que, mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo.” Después “salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.”

Un Padre Nuestro y 10 Ave María.

Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Guía: «María madre de gracia y misericordía

Todos: En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora»

Guía: Señor, si por tu preciosa sangre lo has redimido.

Todos: Que lo(a) perdones te pido por tu Pasión dolorosa.

Guía: Dale, Señor, el descanso eterno.

Todos: Luzca para él(ella) la luz perpetua.

Guía: Descanse en Paz

Todos: Así sea.

 

La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Hch 1, 14; 2, 1-4)

“Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la Madre de Jesús, y de sus hermanos. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”.

Un Padre Nuestro y 10 Ave María.

Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Guía: «María madre de gracia y misericordía

Todos: En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora»

Guía: Señor, si por tu preciosa sangre lo has redimido.

Todos: Que lo(a) perdones te pido por tu Pasión dolorosa.

Guía: Dale, Señor, el descanso eterno.

Todos: Luzca para él(ella) la luz perpetua.

Guía: Descanse en Paz

Todos: Así sea.

La Asunción de la Virgen Santísima (Ct 2, 10-11, 14)

“¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven! Porque, mira, ha pasado ya el invierno, han cesado las lluvias y se han ido. Muéstrame tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y bello tu semblante.”

Un Padre Nuestro y 10 Ave María.

Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Guía: «María madre de gracia y misericordía

Todos: En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora»

Guía: Señor, si por tu preciosa sangre lo has redimido.

Todos: Que lo(a) perdones te pido por tu Pasión dolorosa.

Guía: Dale, Señor, el descanso eterno.

Todos: Luzca para él(ella) la luz perpetua.

Guía: Descanse en Paz

Todos: Así sea.

La Coronación de la Virgen Santísima como Reina de Cielos y Tierra. (Sal. 45, 14-15; Ap 11, 19;12, 1)

“Toda espléndida, la Hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus brocados es llevada ante el rey.” Y “una gran señal apareció en el cielo; una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.”

Un Padre Nuestro y 10 Ave María.

Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Guía: «María madre de gracia y misericordía

Todos: En la vida y en la muerte, ampáranos gran Señora»

Guía: Señor, si por tu preciosa sangre lo has redimido.

Todos: Que lo(a) perdones te pido por tu Pasión dolorosa.

Guía: Dale, Señor, el descanso eterno.

Todos: Luzca para él(ella) la luz perpetua.

Guía: Descanse en Paz

Todos: Así sea.

  • Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto, en tus manos ponemos nuestra fe para que la ilumines. Llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

  • Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes. Llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

  • Dios te salve, María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames. Llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

  • Dios te salve, María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.

Dios te salve, Reina y Madre, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Letanías de la Virgen

 

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios

Santa María
ruega por el(ella).
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la misericordia,
Madre de la divina gracia,
Madre de la esperanza,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,

Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los migrantes,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.

Bajo tu amparo nos acogemos,

Santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Guía: Oh Dios, cuyo unigénito hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la vida eterna: concédenos, a los que recordamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen, por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Por estos misterios santos que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡Oh María!, de la Fe Santa el aumento, la exaltación de la Iglesia, del Papa el mejor acierto, y de la Nación Mexicana, la unión y el feliz gobierno.

Que el gentil conozca a Dios y el hereje vea sus yerros, y que todos los pecadores tengamos arrepentimiento. Goce puerto el navegante y de salud los enfermos. Que los cautivos cristianos sean libres del cautiverio, que en el Purgatorio logren las ánimas refrigerio, y que este Santo ejercicio tenga efecto tan completo en toda la cristiandad, que alcancemos por su medio, el ir a alabar a Dios en tu compañía en el cielo.  Amén.

Guía: Reina del Santísimo Rosario.

Todos: Ruega por nosotros

Guía:Viva la gracia

Todos: Muera el pecado.

Guía: Dale señor el descanso eterno

Todos: Y brille para él (ella) la luz perpetua.

Guía: Descanse en paz.

Todos: Así sea.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos libranos señor, Dios nuestro, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

Guía: Ave María Purisima

Todos: Sin pecado original concebida.

Kerigma Católico